Un día se acaba el «cada día». Un día se descubre que ya no pasarán más días. Y, en ese momento, la igualdad matemática se quiebra y se despeja la ecuación de la vida. Ese día, el resultado son los recuerdos que se agolpan en mitad del alma y del cerebro. Entonces, la razón y la lógica se rasgan en sentimientos de tristeza, agradecimiento, reconocimiento y despedida.
En el Día de la Enseñanza, el Instituto Francisco de Quevedo al Prof. Juan Antonio Alcázar Parra, para que la huella de su magisterio se perpetúe para siempre.
DEP.